Ejemplo de incumplimiento de los principios editoriales

El día que la televisión pública silenció a un estadio

Antecedentes

El 13 de mayo de 2009 se disputaba en el campo de fútbol Nuevo Mestalla (Valencia) la final de la Copa del Rey de la temporada 2008/2009. El encuentro enfrentaba al Athletic Club de Bilbao y el Fútbol Club Barcelona. Dichos equipos pertenecen a comunidades autónomas de marcada tradición nacionalista, y varios medios de comunicación especularon durante varios días sobre cómo sería el recibimiento que ambas aficiones brindarían al monarca español, don Juan Carlos I. Cabe mencionar que el rey de España no sólo da nombre a la competición, si no que es el encargado de entregar el trofeo al capitán del equipo vencedor.

En cualquier caso, extradeportivamente hablando, los tintes políticos que adquirió el partido fueron a más durante los días previos a la final de Mestalla. De manera que el interés del público por ver como se resolvía todo este asunto era más que manifiesto. El principal foco de atención recaía sobre la protocolaría interpretación del himno nacional español. Una ceremonia que se repite en cada acto oficial que preside su majestad, el rey de España, y que, en el caso de las retransmisiones deportivas, siempre había venido respetándose por las televisiones.

Al tratarse de un partido catalogado de “interés general”, debía darse en abierto al público y TVE fue la encargada de cubrir el evento.

Los hechos

El programa especial de la final de la Copa del Rey preparado por TVE incluía una previa del partido con conexiones en puntos neurálgicos en Bilbao y Barcelona que concentraban a aficionados que no habían podido trasladarse a Valencia.

La retransmisión seguía los cauces normales hasta el instante en el que los jugadores del Athletic y Barcelona formaron en el campo para el acto del himno nacional, que se interpreta cuando su majestad hace acto de presencia en el palco de autoridades.

Llegado ese momento de máxima expectación, la realización de TVE tomó una decisión incomprensible. En lugar de dar las imágenes en vivo de Mestalla y mostrar la ceremonia del himno, conecto con Bilbao para conocer el ambiente que se respiraba allí. Algo ilógico, puesto que el interés mediático de esa conexión era ínfimo comparado con lo que estaba sucediendo en Valencia. El resto de medios de comunicación, incluyendo RNE, ofrecieron el himno prácticamente inaudible debido a la tremenda pitada que llevaron a cabo la mayoría de aficionados de ambos equipos.

Lo que podría interpretarse como un error grave del realizador quedó retratado como una maniobra premeditada en el tiempo de descanso del partido. Fue entonces cuando TVE, pidiendo disculpas por su error, procedió a poner las imágenes del himno que antes no habían enseñado. La sorpresa llegó al comprobarse que el audio estaba adulterado de tal forma que los pitos y abucheos de los aficionados eran casi inexistentes.

Principios configuradores de RTVE

• La principal razón de ser de RTVE es el derecho de todos los ciudadanos a disponer de una información veraz e independiente. Además, el acceso gratuito al disfrute de un ocio enriquecedor en el ámbito doméstico es un derecho de los ciudadanos, que reclaman de los medios públicos programas y espacios entretenidos, dignos y estimuladores de una visión crítica y participativa.

• Satisfacer esos derechos de los españoles es una obligación de los profesionales de RTVE. Asimismo, la participación de los espectadores, oyentes y usuarios de los servicios interactivos de la Corporación en la programación y los espacios de RTVE es expresión del derecho general a la participación de los ciudadanos en la vida pública.

• Los profesionales de RTVE tienen el compromiso de ofrecer al conjunto de la ciudadanía contenidos que impulsen la libertad de opinión, el espíritu crítico, la convivencia y la cohesión de ciudadanos y comunidades como miembros de un espacio democrático compartido.

• En conclusión, la independencia, calidad y la pluralidad de los contenidos y la atención a los intereses de toda la sociedad determinan el valor social de CRTVE, todo ello combinado, al mismo nivel de exigencia, con un alto índice de audiencia, pues un servicio público sólo cumple debidamente su función cuando alcanza al mayor número de ciudadanos posible.

Repercusión

La retransmisión de TVE fue ampliamente criticada por numerosos medios de comunicación y diversos grupos ciudadanos. La cadena pública reaccionó inmediatamente con el despido de su director de deportes, Julián Reyes, a quién responsabilizó del “error gravísimo” de no retransmitir el himno en directo, pero negando cualquier tipo de censura.

Evidentemente, los hechos sucedidos en 13 de mayo de 2009 supusieron una violación de TVE a sus principios configuradores. Atendiendo al enunciado de los mismos, se observa claramente que ofrecieron deliberadamente unas imágenes contrarias a la veracidad informativa.

Silenciar, disfrazar y en definitiva ocultar una realidad que es el sentir mayoritario de un grupo de personas parece bastante contrario al “compromiso de ofrecer al conjunto de la ciudadanía contenidos que impulsen la libertad de opinión, el espíritu crítico, la convivencia y la cohesión de ciudadanos y comunidades como miembros de un espacio democrático compartido” que defienden los principios editoriales de RTVE.

Lo sucedido en la retransmisión de este encuentro de fútbol representa modos de proceder que son totalmente opuestos a un ente público de una sociedad democrática. Es un ataque directo a los principios de pluralidad de opinión y atención a los intereses de de toda la sociedad que defiende RTVE. No puede existir el espíritu crítico si se censura la manifestación de los ciudadanos sobre un estamento de la nación. Lo que TVE hizo aquella noche fue encubrir una realidad social en lugar de mostrarla. Y, en resumen, esa acción puede ser traducida como un menosprecio a los principios que el propio ente defiende, con la correspondiente falta de credibilidad en el medio que ello conlleva.

Enlaces
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