miércoles, 26 de enero de 2011

Las 10 mejores canciones de la historia

El título de esta entrada es, sin lugar a dudas, el más pretencioso de cuantos haya podido llegar a escribir. ¿Existe algo más subjetivo que la música?

Por si fuera poco, la lista se reduce a 10 canciones. La verdad es que hubiese necesitado incluir al menos 150 para ofrecer una selección digna de ser considerada al menos como "elaborada". Pero, ya que este es el primer post de listas de este blog, he decidido que había que entrar con fuerza.

Los criterios que he tenido en cuenta son, simple y llanamente, sentimentales. Espero que lo tomeis como lo que es: una excusa para compartir con vosotros algunas de las canciones que forman parte de la BSO de mi vida.

Ahí va mi lista:

Puesto 10



Puesto 9



Puesto 8



Puesto 7



Puesto 6



Puesto 5



Puesto 4



Puesto 3



Puesto 2



Puesto 1



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miércoles, 19 de enero de 2011

Txema “corazón de león”


En el mundo del deporte todos los aficionados tenemos héroes. Es lo divertido. Sentarse frente al televisor y poder decir “yo soy de ese”. De otra manera, no sería lo mismo seguir la competición.

Lo cierto es que esos nombres van y vienen. El tiempo pasa inexorable, y más en la carrera de un deportista. Y al final, la mayoría de ellos pasan a convertirse en un recuerdo que sólo brota en conversaciones nostálgicas. Conversaciones de bar, de esas entre amigos. De las de “¿os acordáis de…? Era bueno el tío, verdad”.

Sin embargo, cada uno de nosotros guarda un lugar especial en la memoria para unos pocos elegidos. La mayoría de las veces, además, coinciden con los ídolos de nuestra infancia. Probablemente no sea casualidad. Será que siendo niños nuestro amor era más puro e inocente.

Txema Olazábal es uno de los que tienen un lugar privilegiado en mi corazón deportivo. No se que es lo que me llamó la atención de él. Su sobriedad y semblante en el tee. Sus andares pausados. La concentración que desprendía en los instantes previos a cada golpe. La precisión de sus hierros largos (recuerdo que de pequeño, los palos que más entrenaba yo en la estera eran el hierro 3 y el hierro 4. Algo tendría que ver). Los espectáculos de magia que ofrecía en los bunkers. O la nobleza y el buen tío que se adivinaba detrás de su mirada seria y penetrante. Lo que sea. Pero el caso es que dije las palabras sagradas: “yo soy de Olazábal”.


Y sigo siéndolo. Porque Txema ha sido un ejemplo en ámbitos que trascienden lo deportivo. No es la intención de este post descubrir a nadie quién es el Olazabál jugador. Ni volver a repasar todas las penurias y adversidades de las que se ha repuesto el Olazábal hombre. Simplemente, es un pequeño homenaje a alguien al que admiro y que, en mayor o menor medida, ha sido influyente para mi.

Estoy seguro que será un gran capitán y no me cabe duda lo feliz que será afrontando este nuevo reto en su carrera. Pero lo que le deseo de verdad es que sus tiempos como jugador aún tengan muchas páginas por escribir.

martes, 18 de enero de 2011

Más allá del forfait

El desarrollo económico en el Valle de Tena

La popularización del esquí, que comenzó en los años 90, pasó a ser una realidad a comienzos de siglo. Progresivamente ha ido convirtiéndose en una auténtica industria que aglutina también a hosteleros y comerciantes. Consecuentemente, se ha producido una transformación en el entorno y los núcleos urbanos del Pirineo, donde se ha dejado de vivir únicamente del sector primario. 

El negocio de la nieve se extiende más allá de los blancos mantos que trazan las pistas, dando paso a la creación de un nuevo y potente tejido económico y laboral en la zona basado en el ocio. Se han abierto muchos y nuevos horizontes en lugares que parecían olvidados y el crecimiento continúa. Pero, ¿sabemos bien dónde queremos ir? ¿No estaremos yendo demasiado rápido? IR AL REPORTAJE COMPLETO
















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viernes, 14 de enero de 2011

cgraciac en el Top 100 del Ranking de publizida.es


Es lo que tienen las pequeñas alegrías: que no suelen ser buscadas. De repente, suceden sin más ni más. Por eso, aunque diminutas y poco trascendentes nos dibujan una sonrisa de satisfacción y nos alientan a seguir adelante.

Esta mañana, por accidente, he descubierto que cgraciac está incluido en puesto 95 del Top 100 de blogs de actualidad de publizida.es


Se que no es gran cosa, pero no os puedo a engañar. A todos nos hace ilusión ver nuestro número de teléfono en las páginas amarillas (como dice Luis Piedraita en su último libro, muy recomendable para pasar un rato divertido). Es como si fuese la prueba que confirma que existimos. Pues esto es lo mismo.

Lo que más ilusión me hace es comprobar, día a día, lo mucho que esta experiencia digital (blogs, twitter y youtube) me está sirviendo para aprender y mejorar en mi futura profesión. Y lo mejor, sin duda alguna, es poder intercambiar opiniones con todos vosotros.

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cgraciac en el Top 100 de blogs de actualidad de publizida.es

miércoles, 12 de enero de 2011

Balón de Oro: Cuestión de criterios

Es curioso lo voluble y endeble que puede llegar a ser el raciocinio del ser humano. Un ente capaz de dar las más grandes muestras de bipolaridad en su forma de actuar y pensar. Y además en tiempo record. Yo me pregunto: ¿tanta importancia tiene el Balón de Oro? No es la Liga, ni la Champions… ni mucho menos un Mundial. Así que ¿por qué tanto revuelo? 

Leo Messi, pese a no partir como favorito en las quinielas, se alzó con su segundo Balón de Oro

Dos días después de la designación de Leo Messi como ganador del galardón otorgado por la FIFA en colaboración con la revista France Football he tenido ocasión de ver y escuchar opiniones de todo tipo al respecto. Y no hacen más que reforzar mi preocupación por lo sencillo que les resulta a algunos resetear sus cerebros. Mi conclusión sobre este extraño fenómeno es que la sociedad no sufre una epidemia alarmante de desdoblamiento de la personalidad. Eso seria un incordio. Si nos acostamos agotados por el ajetreo diario, imaginad lo duro que sería vivir por dos. El fin de semana sería un puente largo, pero los diez días laborables que tendría el resto de la semana no compensan…

La explicación es mucho más sencilla. No podemos ir por ahí siendo dos personas diferentes, pero si podemos salir a la calle con muchos criterios. Por lo que pueda pasar. Eso si que es cómodo, porque si nos vemos en una situación en la que el criterio que llevamos puesto no es apropiado, podemos guardarlo y ponernos otro que llevemos en el bolsillo. Es otro dato positivo de tener muchos principios: que no ocupan demasiado espacio. Yo no salgo de casa sin dos o tres de recambio.

Y es que el considerar justo o injusto el que Messi ganase el dichoso baloncito no deja de ser una cuestión de criterios. Algunos de los que he podido observar, bastante lógicos. Otros cogidos con alfileres. Y no pueden faltar los enfermizos. Cada cuál se acoge al que más le gusta. O lo que es lo mismo. Al que más le convenga. En este caso concreto, se han podido identificar varios grupos que focalizan todas las opiniones vertidas sobre el tema:


Tenemos los criterios deportivos.

Estos abarcan los planteamientos que debaten sobre los méritos futbolísticos. Al tratarse de una especialización de los criterios por ser de un tema específico, es necesario tener un conocimiento de la materia. Por tanto, son más propios de los expertos en balónpie… o de quienes creen serlo. Esto supone que en España el 98% de la población sea susceptible de tener un criterio propio de esta naturaleza. Entre los que están a favor, los más elaborados son del tipo: “Es merecido porque es el mejor del mundo” o “Messi hace lo que no hace nadie” (que no se muy bien que significa… ¿qué saca los corners con la mano y de banda con los pies?). Los argumentos en contra son igual de demoledores: “Si marca goles es porque Xavi e Iniesta se la pasan” o “Los delanteros lo tienen más fácil en estos premios”.

Otro grupo lo forman los estadísticos:

Estos son sencillos, porque se ciñen a cifras y datos. Lo malo es que ya se sabe que a los números se les puede hacer decir lo que uno quiera. Y claro está, llegan las contradicciones: “Ha marcado 34 goles en Liga, una barbaridad / ¿Sólo? Hugo Sánchez y Zarra marcaron 38 y no tienen Balón de Oro”. No se soluciona nada.


Los amantes de la comparativa:

Tampoco resulta muy útil porque, precisamente, cada uno tiene su propio criterio para establecer la comparación. El caso más sangrante está en los opositores: “Xavi e Iniesta han ganado lo mismo que él con el Barça y además el Mundial, así que tenía que ganar uno de los dos”. Si esto fuese así, tal cuál, también podríamos decir que se ha cometido una injusticia por no dar el premio a Valdés, Puyol, Piqué Busquets o Pedrito, que han ganado lo mismo.

Los defensores históricos:

Variante de la comparativa, pero con distinto matiz. Son rápidamente identificables porque aluden a un rigor histórico cuyo valor es, cuanto menos, cuestionable: “Messi ha sido mejor a lo largo del año” (que digo yo, que por lo menos en el mes de julio esto no parece que fuese así del todo) o “En año de mundial siempre gana un jugador de la selección campeona” (Estos seguro que estaban todos de acuerdo el año de Cannavaro).

Y, por último, mis favoritos. Los criterios raciales/patrióticos:

No hay que buscarles lógica, porque no la tienen. Hay que limitarse a deleitarse con su sabiduría. “Tenía que ganar Xavi o Iniesta, que son españoles” (Traducción: que se enteren los catalanes que el premio es por la selección), “Da igual quien gane, el auténtico vencedor es la Masía y la cantera de Barça” (Traducción: que gane Messi, que se enteren los españoles que el premio es por el Barça) y “Malditos franceses, que manía nos tienen” (Aquí no hay traducción, pero existe la posibilidad de utilizar otros sinónimos más fuertes para “malditos”).

Caso aparte, existe otro grupo unido por un mismo criterio: Los Raulistas. Para ellos, toda esta cuestión se reduce a “pues Raúl no tiene Balón de Oro. Eso si es una injusticia. El año de Owen...”.

En resumen, que es un problema de criterios enfrentados. Criterios que, seguramente, todos cambiaríamos inmediatamente si un futbolista de nuestro equipo estuviese nominado. Sacaríamos otra vara de medir del bolsillo y listo. O más bien, todo radica en la falta de un criterio único por parte de los responsables del propio premio, que son los primeros que no se aclaran muy bien qué premian y en base a qué. Doy gracias. Si todos los años se premiase de acuerdo a una misma escala de valores no tendríamos todo este circo, que en el fondo nos divierte a todos los que nos gusta el fútbol: el 98% de la población.


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