Las ventajas del uso de Twitter como sustituto de los SMS de pago en los programas de televisión
Ayer fui uno de los miles de espectadores que siguieron en directo La vuelta al Mundo de Veo7. Bajo el tópico “del deporte a la política”, el espacio de debate y tertulia brindó, en mi opinión, 150 minutos trepidantes de televisión en estado puro. Y por el cariz que fue tomando la conversación es imposible que el programa dejase indiferente a nadie. Sin embargo, este post no es para valorar o pronunciarme sobre lo acontecido entre Pedro J. Ramírez, José María García y Eduardo Inda. Más aún, cuando las “perlitas” que lanzó, el hasta ayer retirado, García dan para llenar páginas y páginas de tinta.
Ayer fui uno de los miles de espectadores que siguieron en directo La vuelta al Mundo de Veo7. Bajo el tópico “del deporte a la política”, el espacio de debate y tertulia brindó, en mi opinión, 150 minutos trepidantes de televisión en estado puro. Y por el cariz que fue tomando la conversación es imposible que el programa dejase indiferente a nadie. Sin embargo, este post no es para valorar o pronunciarme sobre lo acontecido entre Pedro J. Ramírez, José María García y Eduardo Inda. Más aún, cuando las “perlitas” que lanzó, el hasta ayer retirado, García dan para llenar páginas y páginas de tinta.
Y es que hubo un detalle secundario durante la emisión que llamó poderosamente la atención. Un matiz que fue tanto o más determinante que el propio contenido a la hora de que el programa se convirtiese en un éxito de audiencia y haya tenido tanta repercusión: la sustitución de los SMS de pago por los comentarios de los usuarios de Twitter.
Estoy cansado de oír en la facultad que el periodista de hoy vive en la era multimedia. La convergencia de canales en soporte digital es el presente de la comunicación. Y una de las ventajas de este nuevo tablero de ajedrez es que permite una interacción más directa, cuantiosa y fluida con el público.
Hasta ahora, las televisiones habían visto esta posibilidad como algo a lo que poder sacar una rentabilidad directa con los dichosos mensajitos. Es una fórmula válida, no digo que no. Pero, si ya de por si la televisión es bastante impersonal con los televidentes, creo que cobrarles para permitirles que se expresen refuerza aún más esta imagen. De hecho, creo que este patrón tiene más de anuncios por palabras que de comunicación recíproca.
Por aquí viene el acierto de Veo7. Han escogido un canal comunicativo que a priori no les genera ingresos directos, pero que a la larga les reportará otra serie de beneficios.
Twitter, aunque no lo parezca, es más personal. El espectador se identifica más viendo su nick en la pantalla de la televisión. Carlos hay muchos, pero @cgraciac sólo yo. Además, y esto es otro acierto de anoche, los mensajes incluían la fotografía de quien enviaba el tuit para reforzar esta idea.
Otro aspecto fundamental es que este medio fomenta o propicia que la comunicación no se de únicamente entre programa y twittero. Desde un único canal, el usuario se comunica y expresa con el programa pero también con otros usuarios que, a su vez, se comunican y expresan entre ellos. Todo esto “a tiempo real” y sin intermediarios. Se es consciente de que lo que se dice tiene relevancia porque puede ser escuchado, refutado o replicado por cualquiera. Por lo tanto, la sensación de estar conversando es aún mayor. E indirectamente, se está consiguiendo crear una comunidad activa alrededor del programa que siente lazos de unión y se identifique con él.
Y por último, y más importante para Veo7, está el hecho de que es el propio público quien hace la mejor promoción del espacio. Cuando se escribe un tuit, todo el mundo puede leerlo. Estén o no estén siguiendo el debate. Ayer fue el ejemplo perfecto. Estoy seguro de que una gran cantidad de personas encendieron la televisión al ver que el programa era el trending topic del momento. De otro modo, no lo hubieran hecho. Los comentarios generaron un plus interés que captaron nuevos espectadores.
Por lo tanto, la sustitución de los SMS por la red social consigue que el público se sienta realmente partícipe del programa, valorado por el medio e integrante de un grupo o comunidad activa donde puede expresarse. Un público fiel que contribuye indirectamente a su difusión generando interés, dándole notoriedad y, posiblemente, captando nuevos espectadores. ¡Que me aspen! Creo haber oído por ahí que a mayor audiencia mayor ingresos por publicidad…
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