viernes, 10 de diciembre de 2010

Lissavetzky y su doble moral

El deporte español vuelve a estar en la picota. La “Operación Galgo” pone en entredicho la limpieza de nuestros deportistas, cuya imagen cada vez está más deteriorada fuera de las fronteras del país. Al escándalo destapado ayer hay que sumar en los últimos tiempos la “Operación Puerto”, de alcance internacional, y la “Operación Grial”, en la que fue “cazado” el atleta Paquillo Fernández. Además de los casos pendientes de resolución de Alberto Contador y Ezequiel Mosquera, que parecen encaminados a sufrir una suerte dispar. 

El Secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky parece haber tomado una actitud diferente a la que adoptó al conocer el positivo por clembuterol de Alberto Contador.

El Secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky, resaltó este jueves el 'carácter importante' de la 'Operación Galgo' llevada a cabo por agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil y reivindicó 'tolerancia cero' contra el dopaje. No deja de ser curiosa la actitud de Lissavetzky, candidato socialista a la alcaldía de Madrid. Su postura dista bastante de la que mantuvo con el positivo por clenbuterol de Contador en el Tour de Francia. En aquella ocasión mostró todo su apoyo al ciclista de Pinto (Madrid) y la confianza en su inocencia. “Alberto Contador es una persona y un deportista limpio”, aseguró la máxima autoridad de nuestro deporte. ¿Las razones que le llevaron a “mojarse” a favor del ciclista? “Me ha dado su palabra de honor de que no se dopó”, dijo Lissavetzky… argumento de peso donde los allá, si señor.

Lo que a mi entender pone dos cosas de manifiesto. Por un lado, el trato desigual y favorable que este señor ha tenido con Contador, por ser quien es y de donde es, sobre los demás deportistas españoles. “Tolerancia cero” es tolerancia cero. Don Jaime no actuó así con Carlos Gurpegui, por ejemplo, al que sometió a un linchamiento público utilizándolo como ejemplo de su compromiso con la lucha antidopaje y pasándose por el arco del triunfo cualquier presunción de inocencia. Por no hablar de que a la hora de tirar de la manta siempre pagan los mismos y otros parecen intocables. Me refiero a la  presencia de otros deportes en la "Operación Puerto" cuya implicación, a pesar de resultar evidente, no se investigó. Y por otro lado, a la luz de los hechos de ayer jueves, queda en evidencia la ineficacia de los órganos deportivos de lucha contra el dopaje.

Porque no hay que engañarse, la “Operación Galgo” nunca hubiese sido posible sin la colaboración de Paquillo Fernández, nombrado anteriormente. El Consejo Superior de Deportes le ha reducido, en el ámbito español, la sanción a un año por colaborar con la investigación y la Federación Española trasladó la misma petición a la IAAF, cuya resolución está todavía "pendiente". Para reducir la sanción, la IAAF exige que la colaboración del atleta con la justicia sea decisiva para que otras personas implicadas en el caso puedan ser sancionadas, de acuerdo con la regla 38.15 d". Así que por mucho que Paquillo lo niege, parece que si ha tenido que ver en las detenciones. Directa o indirectamente.

Es decir, que estos grandes escándalos no salen a la luz por positivos en los controles antidoping rutinarios. Es más, si de esos controles dependiese, ninguno de los deportistas implicados jamás se habría visto envuelto en ningún asunto relacionado con el dopaje. Porque todos han pasado esos controles a lo largo de su carrera sin problemas. En este país, el método real de “cazar a los tramposos” consiste en el “soborno” y “chivatazo”. No en que los organismos competentes hagan bien su trabajo. Francamente, resulta muy triste imaginar a un deportista en una habitación siendo interrogado mientras se le pide que señale con el dedo a sus compañeros a cambio de una segunda oportunidad. Pero así es como ha sucedido. Premio al tramposo desesperado a cambio de coger más tramposos que me digan más nombres. ¡Menudo sistema!

 Marta Domínguez, que se ha retirado del deporte profesional por estar embarazada de cuatro meses, es el principal nombre propio de la "Operación Galgo".

El dopaje es un tema muy serio y que puede hacer mucho daño a la imagen de España. Pero las cosas hay que hacerlas bien, porque es muy diferente que sea un organismo deportivo y unos laboratorios quienes cojan al culpable, le pidan explicaciones y se llegue a la verdad, a que miembros de la guardia civil, a través de la declaración de un topo, irrumpan en el domicilio de la deportista española más grande de los últimos tiempos. Lo primero si es compromiso por un deporte limpio. Lo segundo parece una caza de brujas ante la incompetencia de las autoridades y genera un sentimiento de que la situación está generalizada.

¡Ah!, y a todo esto, el culpable, que pague. Pero cuando sea culpable… porque hasta que no se demuestre lo contrario es inocente. Que se lo digan al bueno de Luis León Sánchez, que por un error en la filtración de nombres ayer se comió un buen marrón durante horas.


Enlaces
La Operación Puerto paso a paso 
La Operación Grial remató a Alejandro Valverde
La Operación Puerto tocaba al Real Madrid y el Fútbol Club Barcelona
Fotogalería: Deportistas españoles envueltos en casos de dopaje

No hay comentarios: